Las ballenas asesinas, más conocidas como orcas, han sido
mantenidas en cautiverio desde 1961, víctimas indefensas de un experimento descaradamente
comercial que ha arrancado de sus familias a docenas de orcas silvestres y las
han forzado a vivir en grupos sociales artificiales que tienen escaza similitud
a su orden natural.
Sin conocer su difícil situación, millones de personas
llegan cada año a mirar espectáculos con orcas, seducidos por las extravagantes
promesas de a industria del espectáculo. Folletos brillantes anuncian un espectáculo
que “entretendrá y educará a la familia entera”. Los visitantes son invitados a
entrar a una tierra de fantasía, donde orcas que pesan varias toneladas nadan
en círculos, saltan y golpean con sus colas, al parecer por que están
simplemente muy animadas. Rutinas de espectáculos muy coreografiados, realizadas al son de viejas canciones de
rock, son presentadas como “comportamiento natural”.
Hipnotizados, muchos de
los espectadores no registran las paredes desnudas de concreto de los tanques.
Al final del espectáculo, mientras se retiran, pocas personas notan el constante
nado en círculos de las cautivas en las piletas o las aletas dorales caídas de
los machos.
Teatralidad y mercadeo inteligente, sin embargo, fallan en
esconder completamente la realidad detrás del espectáculo. Los visitantes
pueden sentir decepción, desagrado y desilusión luego de ver a las ballenas “actuar”, encontrando difícil de articular que
es lo que sienten exactamente, pero consientes de que la representación de la
orca dócil y juguetona es una sombra de lo que es el animal real. Emociones
similares han sido reportadas luego de ver tigres o elefantes cautivos-un
conocimiento de que la dignidad del animal ha sido reducida y que, al “amansar
el espíritu de la gran bestia”, la perdemos un poco nosotros también.
Click sobre imagen para Agrandar.
Principales fuentes de orcas cautivas exhibidas.
Otras fuentes incluyen Países Bajos (1), México (1), California (1), Argentina (3). El WA, USA tiene entre 223-255 orcas en total. Desde 2012, 11 Orcas han sido capturadas en Rusia.
Esta creciente inquietud sobre la idea de mantener orcas en
cautividad se ha incrementado recientemente por el renombrado documental
Blackish, el cual documenta la realidad de la existencia de los animales
encerrados. A pesar de los intentos de la industria del entretenimiento de echar
una pantalla de humo sobre semejante mala prensa, la mayor parte del mundo está
cada vez más consciente que no es todo color de rosas en la tierra de la fantasía.
En años recientes, primero un chorrito, ahora una tormenta constante, de
incidentes han sido reportados. Un catalogo cada vez más grande de “accidentes”,
enfermedades, embarazos fallidos y muertes prematuras que han ayudado a mostrar
a esta industria como el cruel circo que es en realidad.
Hasta diciembre de 2014, un total de 57 orcas están siendo
mantenidas cautivas (22 capturadas en estado silvestre más 35 nacidas en
cautiverio) en al menos 14 parques marinos en 8 países diferentes.
¿Qué paso entonces con las orcas que han sido capturadas?
Al menos 148 orcas han sido capturadas en el océano desde
1961.
126 de estas orcas están muertas.
En estado silvestre, las orcas macho viven un promedio de 30
años (máximo 50-60 años) y 46 años para las hembras (máximo 80-90 años).
Al menos 160 orcas murieron en cautividad, sin incluir 30 abortos
de ballenatos no-natos.
Mundo Marino tiene 24 orcas en sus tres parques en EEUU y
tiene (al menos) otras cuatro más en Loro Parque en España (propiedad de Adan y
Morgan no verificado). Al
menos 44 orcas han muerto en Mundo Marino.
Japón ha anunciado que volverá a aguas antárticas para realizar un programa
de investigación luego de prometer, en 2014, no continuar con su caza de
ballenas en la región, en respuesta al fallo de la Corte Internacional de
Justicia que determinó que su programa “científico” es ilegal.
Australia hizo posible la exitosa acción desafiando a Japón,
pero el país ballenero ha presentado una nueva petición a la Comisión Ballenera Internacional (International Whaling Commission) para continuar cazando
en el 2015.
Defendiendo el programa luego del fallo de la CIJ en el
2014, un vocero de la delegación de Japón en la corte dijo que muchos otros países
continúan cazando y matando ballenas.
- No solo Japón participa en la caza de ballenas.- DijoNori Shikata en el programa de radio ABC.-Son
casi 10países en el mundo, incluyendo
EEUU, Canadá, Noruega, Islandia, Dinamarca
y Rusia, entre otros.-
Hay al menos 10 países involucrados en algún tipo de
actividad ballenera. Sin embargo, Japón es el único con un programa que va más allá
de sus fronteras territoriales y económicas. El programa de Japón es también el
más grande y cubre más océano que cualquier otro.
Al principio, la convención-hecha cumplir a través de la Comisión
Ballenera Internacional, con 88 naciones miembro-estableció limites en el
numero de ballenas permitidas para cazar cada año. En 1985, la comisión
introdujo una moratoria en la caza comercial, aplicable desde el comienzo de la
temporada 1985-86.
Desde entonces, solo un manojo de países ha continuado con
la caza y muerte de ballenas con motivos comerciales. Lo hacen en oposición a
la moratoria.
En la década de los 80’, la entonces Unión Soviética, Japón
y Noruega se negaron a obedecer la moratoria y continuaron la caza comercial.
Hoy en día, la caza comercial es llevada a cabo por Noruega, quien ha protestado
consistentemente contra la moratoria desde su presentación, e Islandia, quien condujo un programa científico luego del establecimiento de la moratoria pero, desde entonces, ha vuelto a la caza comercial. Ambos países realizan caza de ballenas en su zona
económica propia y exclusiva, no en aguas internacionales de otras naciones.
Entre 1985 y 2012, más de 22.000 ballenas fueron muertas por
países protestantes como parte de sus programas comerciales. De estos, más de
10.000 fueron tomadas por Noruega y más de 5.000 por Japón antes de que
terminara la caza comercial en 1988.
Fuente: Comisión
Ballenera Internacional.
Caza Científica
En el marco de la convención, los países tienen permitido la
caza de ballenas con propósitos científicos. La clausula que permite esto es
bastante general, y permite a los países emitir sus propios permisos para la
caza de ballenas con propósitos científicos.
"Cualquier gobierno
contratante puede brindar a cualquiera de sus nacionales un permiso especial autorizando
a dicho nacional a matar, llevarse y tratar ballenas con propósitos de investigación
científica sujeta a restricciones como numero, y sujeto a otras condiciones que
el gobierno contratante crea pertinente, y la matanza, toma y tratamiento de las
ballenas según las previsiones de este articulo estarán exentos de la dirección
de esta convención." dice.
Balleneros japoneses matan una ballena en el puerto de Wada,
en Chiba, Japón, 2006. (Koichi
Kamoshida: Getty Images)
Japón comenzó su programa de caza científica en 1993. Ha llevado
a cabo cuatro operaciones distintas desde entonces.
Islandia condujo un programa de caza científica en 2003 y
2007, matando 200 ballenas Minke. Islandia recomendó entonces reiniciar la caza
comercial de ballenas, objetando contra la moratoria. En 2012, Islandia mató 52
ballenas como parte de su programa comercial.
Noruega y Corea del Sur también han llevado a cabo programas
científicos en diferentes momentos desde que la moratoria comenzó, en 1985.
Entre 1985 y 2012, mas de 15,500 ballenas fueron muertas por
programas científicos, más de 14,600 de ellas por Japón, la matanza más grande de cualquier nación desde
que comenzó la moratoria.
Caza de Subsistencia Aborigen y otras.
Un pequeño número de países con poblaciones indígenas sostienen
que cazar y matar ballenas es una parte integral de su cultura. Actividad
ballenera que la IWC considera “caza de ballenas de subsistencia aborigen” y no
está sujeta a la moratoria.
La IWC permite a Dinamarca (incluyendo Groenlandia), Rusia,
EEUU y las naciones caribeñas San Vicente y las Granadinas a realizar caza de
ballenas de subsistencia aborigen. The IWC dice:
-Es responsabilidad de
las naciones gobernantes brindar a la comisión evidencia de la necesidad
cultural y de subsistencia de su gente.-
Groenlandia, por ejemplo, tiene permitido cazar ballena boreal,
Minke, jorobada y rorcual común, exponiendo una conexión cultural.
-Los productos de
ballena son distribuidos entre las familias de los cazadores, y un poco es también
vendido legalmente en mercados locales abiertos.- Dice el ministerio de Pesca,
Caza y Agricultura de Groenlandia.- Asimismo, una pequeña porción de la caza es
procesada, según los criterios veterinarios de la UE, en dos localidades a fin de cubrir las necesidades de comunidades
locales sin acceso a buques balleneros propios, o comunidades con déficit de
carne. Ningún producto de ballena es exportado fuera del Reino.-
Entre 1985 y 2012, más de 9,300 ballenas fueron muertas bajo
esta exención de la moratoria.
También hay países que no son miembros de la IWC que llevan
a cabo actividades balleneras en conformidad a prácticas culturales.
Las comunidades Inuit canadienses cazan ballenas boreales y
belugas como alimento.
-Estas poblaciones
han sufrido por la cacería comercial por su piel y aceite. Actualmente, solo
son cazadas como alimento por los Inuit.- dice sobre la beluga el
Departamento de Pesca y Océano del gobierno canadiense. Las belugas no están
protegidas por la IWC, ya que son clasificadas como pequeños cetáceos. En 2011,
los Inuit canadienses han matado tres ballenas boreales.
Indonesia también es hogar de comunidades que continúan
cazando y matando ballenas para consumo local. Según la pagina de turismo de Indonesia,
entre 15 y 20 cachalotes son muertos durante sus migraciones anuales.
Y en Corea del Sur-miembro de la ICW que tiene prohibida la
caza- han sido muertas 21 ballenas de manera ilegal en 2011.
Número de ballenas muertas entre 2012 o 2011. Fuente: IWC y Ministerio de Turismo de
Indonesia. El Programa Ballenero de Japón.
Japón lleva adelante lo que dice ser un programa científico
de caza de ballenas en los hemisferios norte y sur. Es el programa antártico el
que ha sido declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia en marzo.
Japón aun puede realizar sus programas científicos en el norte del Océano
Pacifico, pero ya no puede cazar y matar ballenas utilizando el programa científico
JARPA II en aguas sureñas.
JARPA II comenzó en el 2005. Durante su existencia, Japón ha
matado miles de ballenas, incluyendo alrededor de 3,600 ballenas Minke, la especie más comúnmente caza en todos los
programas balleneros.
Los cuerpos de tres ballenas Minke en la cubierta de un buque ballenero japones. Fuente: AAP: Tim Watters/Sea Shepherd Australia.
El veredicto de la CIJ que prohíbe a Japón continuar con su
programa de caza en la Antártida establece que la matanza de ballenas en el
programa no es necesariamente científica.
-A ojos de la Corte, la continua dependencia de Japón en los
primeros dos objetivos de JARPA II para justificar el tamaño de las muestras de
los especímenes, a pesar de las discrepancias entre las muestras y los
objetivos, sumado a sus declaraciones de que JARPA II puede obtener resultados científicos
significativos en base a una toma mucho más limitada, expone mayores dudas
sobre la caracterización de JARPA II como programa con propósito de investigación
científica.- dice el veredicto de la
CIJ.
Resguardado por JARPA II, Japón también tiene el cupo más
alto que cualquier otro programa ballenero en el mundo. La cuota anual de Minke
es 850 ejemplares. Para rorcual común y ballena jorobada son 50 de cada especie,
pero Japón no llega al cupo completo todos los años.
El permiso de JARPA II también le permite a Japón procesar y
vender la carne de ballena incidental a la matanza de ballenas por motivos científicos.
En Resumen:
Actualmente, solo Noruega e Islandia llevan a cabo
actividades balleneras comerciales, pero bajo regulaciones de la IWC, otros
cuatro países tienen exenciones por caza de subsistencia aborigen. Indonesia y
Canadá, quienes no son miembros de la IWC, también permiten caza de ballenas
por motivos culturales, y Corea del Sur tiene infracciones recientes por caza
ilegal.
Considerando todo, hay al menos 10 países realizando algún
tipo de actividad ballenera. Pero Japón es el único con un programa que va más allá
de sus fronteras territoriales y económicas. Es el programa más grande y el que
cubre más océano que ningún otro.
No puede compararse la caza de subsistencia aborigen o el
pequeño programa comercial de Islandia con el programa comercial mucho mayor de
Noruega o el programa científico Japonés.
Hasta hace bastante poco, muchos científicos creían que solo
los humanos tenemos cultura pero esta idea está siendo aplastada por una
avalancha de recientes investigaciones con animales*. Dos nuevos estudios con monos y ballenas
llevan el trabajo un paso más allá, demostrando que nuevas tradiciones
culturales pueden formarse y como la conformidad puede ayudar a las especies a sobrevivir y prosperar. Estos
descubrimientos pueden también ayudar a los investigadores a distinguir las
diferencias entre las culturales humanas y animales.
Los investigadores difieren en cómo definir exactamente
cultura pero la mayoría está de acuerdo que involucra la adopción colectiva y la
transmisión de uno o más comportamientos en un grupo. La capacidad de los
humanos de crear y transmitir nuevas tendencias culturales ha ayudado a nuestra
especie dominar la tierra, en gran parte, porque cada nueva generación puede
beneficiarse de la experiencia de la anterior.
Los investigadores han
encontrado que transmisiones culturales similares, aunque mucho más simples,
ocurren en animales, incluyendo peces, insectos, suricatos, aves, monos y
simios. A veces, estas características culturales parecen bizarras, como una
tendencia reciente desarrollada entre algunos monos capuchinos de picarse mutuamente
los ojos con sus largas y filosas uñas-un comportamiento que se originó en un
grupo pequeño de individuos y que se expandió con el tiempo.
En humanos, una vez que una nueva moda emerge, todos
empiezan a hacerlo […]. Dos equipos internacionales liderados por
investigadores de la Universidad de St. Andrews, Reino Unido, reportaron nueva
evidencia de la fuerza de la conformidad cultural en dos especies bien
diferentes sospechadas de exhibir comportamientos culturales: los monos vervet
y las ballenas jorobadas.
En el primer estudio, un grupo de investigadores liderados
por el psicólogo Andrew Whiten de St. Andrews, intentó inducir conformismo en
cuatro grupos de monos silvestres, 109 animales en total, viviendo en una
reserva de caza en la provincia KwaZulu-Natal en Sudáfrica.
Los investigadores
dieron a cada grupo dos bandejas plásticas llenas de maíz; el maíz estaba
teñido de azul en una bandeja y rosa en la otra. (Estos colores fueron elegidos
porque son prominentes en los genitales de los monos vervet macho y, por tanto,
atraerían la atención de los monos). Algunos maíces estaban empapados de amargas hojas de aloe
para que fueran desagradables para los monos. En dos de los grupos, el maíz
azul era amargo mientras que en los otros dos grupos, era los rosas. En un
periodo de 3 meses, los monos aprendieron fácilmente a evitar la comida amarga.
Cuatro meses después, luego de que 27 monos bebes hubiesen nacido
y fueran lo suficientemente grandes para comer sólidos, se les ofreció nuevamente maíz azul y rosa,
aunque esta vez ninguno era amargo. Durante los siguientes dos meses, tanto
monos adultos como infantes preferían fuertemente el mismo color de antes,
aunque todos los maíces fueran ahora comestibles. Incluso 26 de los 27 infantes
solo comieron el maíz favorecido por sus madres, ignorando los otros.
Durante el periodo del experimento, 10 monos machos migraron
de un grupo con preferencia a un color de maíz a otro grupo con preferencia al
color opuesto. Siete de los 10 inmediatamente adoptaron el color elegido por el
grupo nuevo, adoptivo, sugiriendo que fueron influenciados por las normas de
esa congregación.
El estudio demuestra que el aprender de otros y la conformidad
cultural juegan un papel importante en el comportamiento de animales y humanos,
concluyen Whiten y sus colegas. Apoyarse en las experiencias de otros-en lugar
de depender solamente de la experiencia personal-puede ayudar a los animales a
adaptarse.
Ballenas Jorobadas cazando con red de burbujas.
En el segundo estudio, un grupo diferente de investigadores,
liderados por el biólogo marino de St. Andrews, Luke Rendell, investigó una
tradición, inventada por las mismas ballenas jorobadas, que involucra un método
de pesca llamado alimentación con red de burbujas: las ballenas soplan burbujas
alrededor de cardúmenes, confundiendo a los peces y arreándolos juntos, luego
se abalanzan hacia las burbujas y se engullen a sus presas.
En 1980, una ballena fue observada inventando una nueva adición
para esta técnica, golpeando la superficie del agua varias veces con su cola
antes de soplar las burbujas (lobtail feeding). Los investigadores no saben qué
ventaja les da esto a las ballenas pero este tipo de comportamiento emergió en
un momento de disminución de la población de la presa preferida de las
ballenas, el arenque, y el incremento de otro pez: los ammodítidos. Los investigadores especulan
que golpear el agua ayuda a arrear a los ammodítidos juntos.
Los observadores tenían la impresión de que la alimentación
con golpe de cola se expandía pero no había evidencia solida. El equipo
entonces analizó 27 años de datos en el comportamiento de las ballenas
colectado en el Banco Nacional Marino del Santuario de Ballenas de Stellwagen,
en la bahía de Massachusetts, entre Cape Cod y Cape Ann. Incluía 73.790 avistajes
grabados en la computadora que involucraban 653 ballenas observadas al menos 20
veces.
A lo largo de los años, la alimentación con golpe de cola se
expandió al 37% de la población y hasta el 87% de las ballenas que adoptaron la
técnica parecían haberlo hecho al mantener asociaciones cercanas con otra
ballena que ya estuviera utilizando el método. (Se contaba a los individuos
como “asociados” si estaban a dos cuerpos de distancia de cada uno y mostraban coordinación
en sus comportamientos.)
Ballena Jorobada cazando con golpes de cola.
Investigadores ajenos a estos dos equipos de trabajos estiman
que los dos estudios sirven como un hito: “Sus publicaciones conjuntas marcan
el momento cuando podemos finalmente avanzar a la discusión de las implicación de la cultura en animales” en lugar de simplemente
discutir si la cultura está presente o ausente, dice Carel van Schaik, un
primatólogo de la Universidad de Zuriich en Suiza.
Los descubrimientos
con monos vervet son “una gran sorpresa”, dice, porque los animales “abandonaron
preferencias existentes cuando [entraron] a un grupo con preferencias
distintas. Previamente, los investigadores asumían que dichas elecciones eran
dictaminadas principalmente por un impulso a obtener los alimentos más
nutritivos en lugar de factores sociales. “Viéndolo en retrospectiva, que los
monos se apoyen en la sabiduría de grupos locales tiene perfecto sentido.”
El estudio con las ballenas también obtiene aprobación. Es “una
increíble compilación de datos” dice Susan Perry, una antropóloga de la
Universidad de California, Los Angeles. “Veo esto como un caso muy convincente
de tradiciones alimenticias en un cetáceo.”
Sin embargo, van Schaik, Perry, y otros investigadores dicen
que aún hay mucho trabajo por hacer para entender cuanto se parece la transmisión
cultural de los animales a la de los humanos. “Ambas investigaciones muestran
que los animales prestan atención y son influenciados por lo que hacen otros
animales,” dice Mark Pagel, biólogo evolucionista de la Universidad de Reading,
Reino Unido, pero ninguno demuestra el tipo de copiado sofisticado típico de
los humanos, el cual nos separa del resto de los animales, dice Pagel. Sin la habilidad
para copiarse realmente el uno al otro, continúa, los animales no pueden
desarrollar los comportamientos cada vez más sofisticados que han llevado a la
cultura humana a niveles tan altos.**
*N/T: El artículo habla de animales y humanos como si la
especie humana no fuese parte del reino animal. Para mantener la integridad del
mismo, lo traduje de manera textual.
**Este tipo de artículos siempre se cierran con conclusiones
similares: “los animales se parecen pero somos más desarrollados-inteligentes-complejos”. Cabe preguntarse por qué continuamos colocándonos
como índice para medir a otras especies.